El estudio publicado en la revista Nutrients en 2024, tuvo como objetivo evaluar los efectos de los ácidos grasos omega-3, el ácido gamma-linolénico (GLA) y la vitamina D en niños que sufren de dermatitis atópica.
Se diseñó como un ensayo aleatorizado, triple ciego, controlado con placebo, asegurando que ni los participantes ni los investigadores supieran quién recibió el tratamiento activo o el placebo.
Un total de 52 niños diagnosticados con dermatitis atópica moderada a grave participaron en el estudio durante un periodo de cuatro meses.
El resultado primario medido fue la gravedad de la EA, evaluada utilizando el índice de Dermatitis Atópica Scoring (SCORAD), el cual mostró una reducción significativa de una mediana de puntuación de 42 a 25 (p < 0,001) en el grupo de tratamiento.
Adicionalmente, el uso de corticosteroides tópicos (TCS) disminuyó significativamente de una mediana de 30 mg/mes a 10 mg/mes (p < 0.001), lo que indica un mejor manejo de la afección.
El estudio también reportó mejoras en los resultados secundarios, incluyendo una menor intensidad de comezón, mejor calidad del sueño y una mejora general en la calidad de vida de los niños involucrados.
Estos efectos se pueden deber deber a que los ácidos grasos Omega-3 pueden influir en el sistema inmunológico al promover la producción de citocinas antiinflamatorias mientras inhiben las citocinas proinflamatorias. Esta modulación ayuda a equilibrar la respuesta inmune, que a menudo está desregulada en la dermatitis atópica, lo que lleva a una reducción de los síntomas.
También se ha descrito que los ácidos grasos Omega-3 contribuyen al mantenimiento de la integridad de la barrera cutánea al mejorar la composición lipídica de la piel.
Con base en estos hallazgos, la combinación de ácidos grasos omega-3, GLA y vitamina D se considera una intervención segura y efectiva para el manejo de la dermatitis atópica pediátrica.
Fuente:
https://www.mdpi.com/2072-6643/16/17/2829